Que mierda


                       Que mierda
Hoy desinstale el Instagram de mi celular, si cometí un acto impúdico para la tecnología de las comunicaciones virtuales. Es una adición muy jodida, en mi caso no el uso para subir cosas de mi vida, sacar fotos a la comida o silfos en solitario cayendo puto reflejo de narciso. Solo lo uso para subir mis pinturas y dibujos. Estuvo bien al comienzo conocí trabajos de otros artistas y algunos videos muy interesantes y a su vez algunos gustaban de mis trabajos.
Pero al tiempo empezó el vicio, el vicio de buscar seguidores y esa el papusa, la merluza de insta.  Sentís que cada persona que te agrega es una victoria hacia la disfunción, algunos recomiendan, otros te escriben y así. Por un momento no sabía cómo hacer para obtener más así que vi otras cuentas y seguían marcas, ponían # seguido de alguna palabra que haga referencia a los que se publicó y finalmente seguías a otras personas.
Estuvo bien al comienzo y entonces empecé agregar más historias que eran fotos de los cuatros, algún video pero nunca digo una palabras y los en vivos con música de fondo y todo eso es la merluza. Pero ya largue, es una mierda, te quiere a consumir tu tiempo, empezase a ser chequeos a cada rato, a ver si entro alguien, te pones hacer un consentido cada vez más rápido.
Un cuadro no se trata de velocidad, yo no quiero ser una puta fábrica, querían que sea fábrica cuando estaba estudiando en la escuela de arte, hacer pedidos en tiempo y forma. Hacer de la creatividad un aforismo.  Se supone que deje eso para hacer composiciones con el tiempo mí tiempo.
Grandes maestros le toma meses componer, recomponer, decidir, observar, definir, plasmar y finalmente contemplar. Si todo eso se acelera o se saltea no puede quedar un resultado admirable. Lamento mucho lo que tengan que vivir mandándose el tabique contra el vidrio de la no verdad y tener que hacer a cada momento algo nuevo.
Me tomare el tiempo para volver a sentir esas ganas de que el lienzo me haya extrañado, pinceles en espera de ser cargados y los lápices en su filo rasgar la vestiduras de un papel. 
Que sería de los grandes maestros si tuvieran un Instagram?  Personas golpeándoles la puerta de su taller de ansiedad o abandonados por que se tardan demasiado? Su sobras hubieran quedado como las conocemos o solo serian meros vocetos inconclusos? No tendrían no un momento de descanso por que ya tendrían que arrancar para no quedar fuera del tren?
Es muy triste ver a la decadencia que puede arrastrarnos la velocidad, no podemos ser maquinas aceleradas, si estamos compuestos de tiempo por qué aceleramos?  Sera el miedo a que esto ser termien y no hicimos los suficiente? Podemos acaso decir que ese temor es el nuevo acelerador del siglo XXI? Hago estas preguntas para que usted la responda, para que se interoge a si mismo y no espere ser un anunciador de verdades por que soy tan humano como ustedes.
Ahora bien, hace un rato que ya lo deje y no me hagaro el impuso de querer tomar el celular sabiendo que la aplicación no existe mas en mi  celu. Lo impuso del adicto, como el que fuma y necesita engañar al cerebro con chupetines en la boca. Calculo que no sera tan difícil como dejar de fumar, creo. Pero por otra parte hago abuso del celular, como ir al pogo de un recital y querer grabar algo, o tener el celular en silencio en un cine por revisar en medio de la película el mensaje que me llego. No a esas mierdas nunca me sume, me gusta estar en un lugar cuando disfruto de algo, al igual que mis amigos, si nos sacamos fotos son para nosotros no las publicamos y mas si estamos de juerga. Soy de la primera generación que consumió el celular y no me refiero a esas mochilas ochenteras. Soy de la que vio la evolución y masificación del celular. Del Nokia 1100 hasta los últimos celulares y como esa pequeña concentración de distintos aparatos se volvió en una necesidad básica como el internet. Seguramente debe existir el día del celular en alguna ciudad del Japón. O sea la ventaja de mi generación es que vivimos una infancia sin este aparato, no tuvimos la adolescencia con esta cosa y creo que afecto a las generaciones que me proceden. Si ya se creen inmortales y los narcisos les caen.  Constantemente demostrándose ante el resto que su existencia, su cuerpo y en menor medida su oficio. Todo con sonrisas de guasones, sonrisas de límpidos dientes de mármol de carrada.  Mujeres y hombre explotados y sobre explotados para gritar su existencia a la nada.
Pero finalmente largué su mierda y sé que va hacer bueno. Chau quemar retinas, chau la trasnochada que me vuelve un zombi y chau esa falsa fama de ego sin escenario, con un contra luz que solo muestra una silueta ensombrecida. Yo me voy pa lo real, a pintar en toda mi existencia y si les gusta lo que hago me buscan y con mucho gusto están más que invitados.

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